He de confesaros algo.
Ayer acudí a ver Lluvia Constante de Keith Huff, y fui arrasada.
Dirigida por David Serrano, Lluvia Constante toma forma en un montaje extraordinario. Enmarcados por una escenografía y una iluminación pulcras, afiladas, de sabor casi metálico; los actores Roberto Álamo y Sergio Peris-Mencheta protagonizan esta historia acre y descarnada y bordan magistralmente unas actuaciones sencillamente estremecedoras.
Teatro en estado puro, intensidad sostenida en un baile suburbial conducida con exquisita pericia.
Estarán hasta el 26 de octubre en los Teatros del Canal. Eso son sólo dos semanas.
No. Oséis. Perdéroslo.
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