viernes, 28 de noviembre de 2008

Apuntes VI




Es época de subir apuntes de nuevo.
Este primero lo realicé en el pazo de Emilia Pardo Bazán, en Santa Cruz, A Coruña. Pertenece a un magnífico castillo situado en una pequeña isla muy cerca de la playa, y hasta hace menos de dos años sólo se podía llegar a él cuando la marea estaba baja (personalmente, lo prefería así, sin puente: ahora la magia de lo efímero ha quedado excluida). El pazo está cuajado de árboles y rodeado por una muralla, y conforma una visión hermosísima.
Esta diminuta torre en concreto me hipnotizó. No es que fuera especialmente diferente de las demás torres diminutas, pero el conjunto, cromáticamente, era de una sencilla majestuosidad: El cielo nublado era de un gris pálido, sereno. Las piedras, en cientos de tonos grises y azulados, estaban cubiertas de líquenes y salpicadas de pequeñas hierbas. Las hojas que moteaban el suelo eran de un rojo furioso, intenso, y formaban un montón casi incendiario en el acceso a la torre. En la negrura profunda de la misma, una línea de luz blanquísima (la saetera) rompía la oscuridad como la cuchillada de un artista loco que quisiera señalar que aquello era un lugar sacro.

Sé que todo esto no aparece en mi humilde apunte. Pero algo hay que hacer ante la fascinación...


It’s time for uploading sketches again.
I did this frist one in the pazo that belonged to Emilia Pardo Bazán, in Santa Cruz, A Coruña. It’s part of a splendid castle located in a little island near the beach, and until two years ago you could only get there when the tide was low (personally, I prefered it so, without a bridge: now the magic of the ephemereal is excluded). The pazo is full of trees and surrounded with a wall, and it’s a very beautiful sight.
This specific tiny tower mesmerized me. It wasn’t like it was especially diferent form the other tiny towers, but as a whole, chromatically, it was of a simple majesty: the cloudy sky was pale grey, calm. The stones, in a hundred grey and blue colors, were covered by lichen and spattered by herbs. The leaves that stained the floor were of a furious red, intense, and formed a pile almost incendiary on the tower’s entry. Inside the profound blackness of the tower, a line of the whitest light broke the darkness like a stab executed by a mad artist who wanted to point out that it was a sacred place.

I know that all these things are not properly shown in my humble sketch. But you have to try something when you face the fascination...


"Pobre Pedrito".

"Poor Pedrito".

1 comentario:

Anónimo dijo...

xq? q le pasaba? =(