miércoles, 31 de diciembre de 2014

"Fausto", de Tomaž Pandur

Fotografía de Aljosa Rebolj

Lo primero que vi de la obra de Tomaž Pandur fue un trailer de Inferno, y lloré como quien se ahoga.
Fue hace demasiado poco, y el ansia y la impotencia me devoraban la cordura al saber que desde Inferno me he perdido demasiadas ceremonias.

He esperado Fausto como quien aguarda a una reina inmortal y demente.

Sed. Pienso en Fausto y sólo tengo sed. La imaginería sacra de Pandur tiene algo que te araña las entrañas, las raíces subterráneas del dolor y del deseo. El sistema nervioso titila como una supernova y se estremece, y las percepciones se materializan en una desaforada serie de anhelos: quisiera respirar cada día sobre ese escenario, quisiera vivir asaeteada por esa luz que aúna lo angélico y lo atroz. Quisiera mancharme con ese polvo que conforma la inmundicia mística del mundo, helarme en esas aguas, jurar cada día con la lengua bañada en sangre, aullar como una poseída, como una iluminada. Lo simbólico, lo sensual, lo mitológico, lo eterno, lo sagrado se despliega en las obras de Pandur y reclama un trono invisible que se manifiesta en cada elemento escénico, anida en cada actriz y actor y hace de su cuerpo un instrumento y un altar al servicio de algo pavoroso y verdadero. Cada instante es una coreografía perfecta. Cada gesto responde a un propósito de flecha ineludible. Cada canto y nota reverbera entre las venas como un sistema solar hecho de aluminio y cristal.

En Fausto el demonio es múltiple, es padre (Víctor Clavijo), madre (Ana Wagener), hijo (Pablo Rivero), hija (Marina salas) y sacerdote (Emilio Gavira) y tiene voz artera y fina, pero a veces se hastía en los laberintos humanos y se siente exhausto, demasiado eterno, demasiado recubierto de cenizas. Roberto Enríquez regresa dejándose la piel y transitando la soledad del genio que desea un jardín mientras se petrifica.

En Pandur, la belleza puede erigirse en cualquier parte; puede ser estúpida, divina, bestial o inocente, pero jamás es pura.
He acudido a él y seguiré acudiendo porque sé qué aguardo, porque busco el templo y el puñal, la aureola férrea y la serpiente.

Que cada nueva obra de Pandur encuentre en mí su sacrificio.


Fotografía de Aljosa Rebolj

viernes, 26 de diciembre de 2014

"Frankenstein", con Benedict Cumberbatch


Ante la imposibilidad de haber acudido a presenciar Frankenstein en el propio National Theatre, la oportunidad de disfrutar teatro en cines que nos ofrece el National Theatre Live es un verdadero privilegio. Es cierto que, como suele pasar con las mejores ramas del arte, resulta difícil hacer justicia en tan poco espacio a esta puesta en escena del clásico de Mary Shelley. No obstante, si me viese obligada a hacerlo, yo lo resumiría en dos palabras: Benedict Cumberbatch.

De las dos versiones de la obra que nacen de la alternancia de Cumberbatch y Jonny Lee Miller interpretando los papeles principales del científico y la criatura, la versión que ha sido grabada para proyectar en los cines es aquella en la que Cumberbatch encarna a la creación. Tras asistir a los primeros diez minutos de la obra, cualquier curiosidad interrogante que dicha elección nos suscitase se desvanece. La primera escena de Frankenstein instaura un silencio absoluto y sobrecogido ante la carne rota y vacilante, perpleja  y aterrorizada de la criatura, animada por esa bestia escénica e inmisericorde que es Cumberbatch. El trabajo que hay detrás de esos impresionantes primeros minutos es descomunal; y semejante actuación soberbia no hace más que recubrirse de oro a lo largo de la obra cuando, envolviendo ese lenguaje corporal que fluye entre lo animal, lo infantil y lo mutilado, Cumberbatch hace brotar su voz sedosa, atronadora y densa de dicción impecable.

Dejando aparte esta interpretación sublime, la exquisita escenografía (ese monumental racimo de bombillas que, en los momentos clave, laten o subrayan o despojan o relampaguean) y el excelente trabajo de todos los demás actores (particularmente no puedo dejar de destacar el personaje de Elizabeth, inteligente, desenfadada, aguda y crítica por encima de su habitual cosificación en lánguida damisela), esta obra tiene además otro motivo esencial por el cual la considero magnífica: Tras largos años de incomprensión ante las características popularmente asignadas al mito, una parte de mí ha podido respirar tranquila al ver que en esta versión de Frankenstein se hace al fin justicia a la complejidad intelectual y emocional de la criatura de Shelley, poniendo de relevancia  de una vez por todas la verdadera naturaleza de Victor Frankenstein, hombre egoísta, déspota, presuntuoso, ególatra y deleznable; que abandona a su creación, la insulta, la ignora, la humilla y la desprecia por el simple hecho de ser desagradable a su vista, negándose automáticamente a considerar su derecho a ser acogida y respetada por su creador, convirtiéndose en causa directa y deliberada de su sufrimiento y del sufrimiento que ocasionará en su empeño por intentar ser, si no amada por él, al menos percibida y reconocida.




jueves, 25 de diciembre de 2014

Después de la presentación de Vinalia



Por fin encuentro el momento para retomar hoy y en los próximos días algo que tenía pendiente de contaros. Veréis, la segunda semana de diciembre fue para mí una cascada artística. Ese jueves fui a ver la obra teatral Frankenstein que el National Theatre está llevando a diversos cines del mundo, el viernes asistí a la presentación del número 13 de la revista Vinalia Trippers, el sábado acudí a rendir pleitesía al Fausto de Pandur, y el domingo me dejé inundar por los cantos ancestrales de neønymus. Así que necesitaré ir por partes.

Primero, la presentación del número de Vinalia Trippers "Duelo al sol". Comenzó con pleno ánimo festivo y se tornó cálida, acogedora, levemente decadente, salpicada de cueros y plumas y risas y botas y polvo y destierro y sudor.
Entre prosa y poesía, en este número de Vinalia encontramos a autores como José Ángel Barrueco, Álex Portero, Salva Rubio, Vicente Muñoz Álvarez, Esteban Gutiérrez Gómez (Bacø), Pablo Cerezal, Javier Vayá, Mario Crespo, Ana Curra o David González entre otros; acompañados en danza implacable por un aplicado tropel de ilustradores, entre los cuales me incluyo (en mi caso, ilustrando el relato de Vanity Dust).

Somos una caterva de rebeldes sediciosos difíciles de encontrar, así que facilitaré el asunto dejándoos una lista de puntos de venta donde podéis adquirir Vinalia.

miércoles, 24 de diciembre de 2014

¡Feliz Yule!



Y como se va acercando la hora, para lo que queda del día y los siguientes espero que comáis muchas cosas deliciosas, que cantéis como si os habitaran luciérnagas primaverales y bailéis como si alguien hubiese legislado contra ello.
Sea lo que sea que celebréis, celebradlo con desafiante fervor.

Pasad una noche exquisita.


The hour is near, so today and the following days I hope you to eat many delicious things, sing as if spring fireflies dwelt inside you, and dance as if someone had legislated against it. Whatever you celebrate, celebrate it with defiant fervour.

Have an exquisite night.


miércoles, 10 de diciembre de 2014

Presentación Vinalia Trippers nº13



Esta vez, la escarcha de diciembre trae un regusto a sol polvoriento y madera gimiente:
Este viernes se presentará en Madrid el nº 13 de la revista Vinalia Trippers, "Duelo al sol", y la nómina de artistas que lo conformamos lo celebraremos como una caravana enloquecida en El Calvario Bar. Habrá música, lecturas y bebidas espirituosas. Y, si me dais la excusa adecuada, bailaré como si mi piel tuviese el color indómito de la sangre.
Os espero allí.

El Calvario Bar
Viernes 12 - 21:00
C/ Calvario, 16 (Madrid)

Evento de Facebook.


This time, December frost brings an aftertaste of dusty sun and groaning wood:
This Friday, the team of Vinalia Trippers magazine will be presenting the 13th issue "Duelo al sol", and the artists who have collaborated in this edition will celebrate it at El Calvario Bar as if we were a mad procession. There will be music, readings and spirits.
I have collaborated, so I will be there. And, if you give me the suitable pretext, I will dance as if my skin had the untamed color of blood.

El Calvario Bar
Viernes 12 - 21:00
C/ Calvario, 16 (Madrid)

Facebook event.